Quiero irme de aca.

No puedo creerlo, no entiendo donde quedo todo lo nuestro. Dios, paso un dia y parece que paso una eternidad por encima mio. 
Lo extraño demasiado, y no puedo evitar llorar mientras escribo esto, me duele tanto pero tanto haberte perdido gordo, no aguanto mas nada porque te necesito a mi lado en cada momento; no se lo que lo paso, no se nada-
Lo que si sè es que te perdi para siempre, perdi lo que mas necesitaba en el mundo, te perdi a vos, entendes? Y otra vez vuelvo al ruedo, las chicas se reian y me trataban de animar pero es dificil, no te puedo olvidar asi como asi, de la nada. 
Fuiste, sos y vas a seguir siendo alguien tan importante en mi vida, y nadie me va a sacar de la mente las tardes que pasamos juntos, paso por ahi y parece que el cuerpo se me parte en dos. Yo se que no tengo que llorar porque supuestamente esto es lo mejor para los dos pero para mi no es asi, esto a mi me deja de cama, no me deje ser quien soy realmente porque cuando estaba con vos era realmente yo, salia lo mas lindo de mi y ahora no esta mas, simplemente se volo con el viento.

Hoy todo el dia estuve esperando un mensaje tuyo, cuando miraba el celular y me daba cuenta de que ya estaba todo terminado y lloraba, no podia hacer otra cosa que eso; mientras trabajaba en el negocio ni la radio me dejaba en paz, me pasaban canciones que me hacian acodar a vos y no podia evitar de que mis ojos se pusieran rojos y empezaran a hundirse en agua. 

Por eso opte por tratar de alejarme de la situacion, en vez de estar en Merlo disfruto un dia en Capital, en la casa de mi tia; no me voy a poder alejar de nada porque tengo el celular al lado fijandome todo el puto tiempo si vos apareces, si me das una señal de vida o algo.

Leo esto y  no se, te extraño demasiado.

No me animé a soltarte todas las mariposas que almaceno bajo el pelo, ni a regalarte las estrofas que escribo cada vez que te pienso. Me callé las ganas de colgarme de tu cuello y de sacudirte las penas con las yemas de mis dedos. Cuánto más fácil sería sacarle el polvo a las dudas y a la inercia, desvestirte sin aviso, y dibujar sobre tu espalda y con crayones, un pedacito de cielo.